Restauración profesional de obras de arte

Conservación Curativa: es toda acción dirigida a preservar  a largo plazo, la obra. Un tratamiento de conservación se puede aplicar a tres planos diferentes:

• una estabilización mínima del estado actual de la obra;
• detección y eliminación de las causas de su alteración y deterioro;
• una protección contra los factores nocivos y destructivos de su entorno.

Restauración: es todo tratamiento aplicado a una obra con el fin de devolverle, en la medida de lo posible, su legibilidad. Las actuaciones que se realizan se encuentran justificadas y sujetas a criterios de intervención (adaptados a cada obra de manera individual). Estos son discernibles a simple vista y reversibles, tienden a completar la legibilidad de la obra, sin afectar ni modificar su integridad estética e histórica. 

Son todas aquellas acciones que tengan como objetivo evitar o minimizar futuros deterioros o pérdidas. Se realizan de forma indirecta, es decir, se actúa sobre el entorno de la obra. Estas intervenciones no modifican la apariencia de la obra. Son necesarias para su preservación a largo plazo, ya que muchas de las alteraciones y degradaciones que poseen se pueden evitar actuando directamente sobre el entorno. Como por ejemplo:

• Control de Humedad Relativa y TºC
• Uso de iluminación adecuada, protegiendo a la obra de la radiación infrarroja y ultravioleta

Cada presupuesto se calcula de forma independiente, valorando el estado de conservación que presenta cada obra y sus necesidades para garantizar su preservación a largo plazo. 

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Para determinar si una obra de arte o un objeto en tu hogar necesita conservación o restauración, hay varios factores que debes tener en cuenta. La clave está en identificar señales de deterioro que pueden comprometer la integridad, la estética o el valor histórico de la pieza, por ejemplo:

• Alteraciones en el color o acabado (amarillamiento, manchas,…)
• Pérdidas o fracturas
• Levantamientos
• Destensados,…

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Elegir un buen profesional para la conservación o restauración de una obra de arte es una decisión muy importante, ya que implica tanto el bienestar del objeto como su valor histórico, cultural y artístico. Por ello, a la hora de escoger un profesional se debe conocer la siguiente información:

• tener formación académica constante, 
• experiencia, 
• referencias y opiniones positivas acerca de otros trabajos realizados.

Un buen restaurador-conservador debe tener ética profesional, donde busque una preservación de la obra a largo plazo; así como una buena capacidad de empatía, cada obra es única, y aunque no posea un alto valor a nivel histórico, artístico o técnico, sí lo tiene a nivel sentimental, es por eso que a mi me gusta tratar cada obra con afecto y dedicación.